Propiedades terapéuticas del Polen: Se emplea en alimentación, cosmética y terapéutica. El valor biológico del polen se debe a los principios activos que contiene, ya que es rico en vitaminas, aminoácidos, hidratos de carbono y contiene además proteínas, oligoelementos y enzimas.
Entre sus múltiples acciones, las más importantes son las siguientes:
- Regula el equilibrio orgánico y estimula el crecimiento.
- Actúa como regulador de las funciones intestinales.
- Influye favorablemente sobre el sistema nervioso.
Su consumo es muy conveniente para personas débiles, convalecientes, con problemas de estreñimiento, anémicas, hipertensas, con tendencia a neurosis y, en general, a los que necesiten elevar el tono vital.
Forma parte de productos farmacéuticos por su valor vigorizante, antianoréxico, antiinflamatorio y aumento de la resistencia a las infecciones.
Recomendación de consumo: El polen se puede tomar en forma granulada o en polvo, sólo, disuelto en leche, zumo, café, etc., o mezclado con miel, yogur, mermelada, etc. Cada vez es más utilizado para postres. Lo más recomendable es tomar una cucharada en ayunas durante periodos de 20 días y descansar otros 20 días.
Uno de los mejores manjares que podemos prepararnos para desayunar o merendar, es una rebanada de pan de pueblo con miel untada y una buena capa de polen.
Conservación: Mantener en un lugar fresco, seco y sin luz.